jueves, 4 de octubre de 2012

Dictado

 Atardecer en la estepa.


Además del amanecer, Nassan adoraba la magica hora en la que el sol, ocultándose en el horizonte, retiraba poco a poco sus cálidos rayos de la vastisima estepa. Ante los cansados ojos de el anciano, el viento mecía suavemente la hierba y su murmullo se fundia con el piar último de los pájaros.Más de una vez, Nassan sintió que le brotaban las lagrimas ante este magnífico espectaculo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario